El proceso de producción del café colombiano es el siguiente:
- Recolección de la cereza: en esta etapa se cosechan únicamente los granos que alcanzan el estado de madurez completa, normalmente de color rojo o amarillo, ya que los verdes dañan el sabor de la taza de un café. Todo este proceso se desarrolla de forma manual.
- Despulpado: el mismo día de la recolección, los granos de café se despulpan, retirando la cereza del grano.
- Fermentación: en esta parte del proceso, los granos permanecen en reposo.
- Lavado: con agua limpia se retiran los restos de mucilago que quedan en el grano y se eliminan los azúcares.
- Secado: después de lavar, se exponen los granos al calor del sol para que el grado de humedad disminuya, facilitando su conservación. El grano seco se empaca en sacos limpios hechos en fique facilitando su traslado. Más adelante, se retira la cáscara que cubre el grano, llamada pergamino.
- Tostado: el proceso finaliza con el tostado de café, cuando el grano verde es sometido a una fuente de calor, generando el delicioso aroma y sabor.
El café de Colombia no debe de compararse con ningún otro ya que tiene sus propias características; es un café que siempre garantiza una calidad consistente, especialmente si los granos son frescos, han sido tostados correctamente, y molidos adecuadamente según el preparado.